
AFARTE celebró el acuerdo alcanzado con los trabajadores
Tras una negociación compleja, empresarios y gremios sellaron un pacto que garantiza la estabilidad laboral hasta fin de año. Sin embargo, persisten las incertidumbres por la baja arancelaria prevista
Tras una negociación compleja, empresarios y gremios sellaron un pacto que garantiza la estabilidad laboral hasta fin de año. Sin embargo, persisten las incertidumbres por la baja arancelaria prevista para 2025 y la falta de compromiso del Gobierno nacional.
La directora ejecutiva de AFARTE, Ana Wainman, confirmó la firma de un acuerdo histórico entre el sector empresario y los gremios de Tierra del Fuego, evitando despidos masivos y asegurando la continuidad laboral hasta el 31 de diciembre. Sin embargo, el pacto llega con un sabor agridulce: aunque resuelve el conflicto inmediato, deja pendiente una batalla aún mayor frente a la inminente reducción de aranceles que podría golpear la industria fueguina a partir de enero.
Wainman destacó el esfuerzo conjunto para alcanzar este entendimiento, subrayando el compromiso de las empresas para mantener las plantas operativas y trabajar en mejorar la competitividad del sector. «El objetivo no era solo frenar los despidos, sino sentar las bases para un diálogo que permita enfrentar los desafíos que vienen», explicó durante una apretada entrevista.
Uno de los puntos más críticos sigue siendo la postura del Gobierno nacional, que mediante un decreto estableció la gradual reducción de los aranceles de importación hasta llegar a 0% en 2025. «Nos encantaría que revisaran esa decisión, pero hoy no parece posible», admitió Vainman. Frente a esto, el acuerdo incluye la creación de una mesa técnica multipartidaria —con participación empresarial, gremial y provincial— para mitigar el impacto de la medida y buscar alternativas antes de que expire el plazo.
La dirigente aclaró que, si bien el Ejecutivo no intervino directamente en las negociaciones, su presencia será clave en esta nueva etapa. «Todos los actores deben involucrarse: las empresas, los trabajadores, la provincia y, especialmente, el Gobierno nacional», insistió.
Reacciones y desafíos pendientes
El acuerdo no estuvo exento de críticas. Algunos sectores gremiales lo consideraron insuficiente y advirtieron sobre la fragilidad de un pacto con fecha de caducidad. «Si el 1° de enero no hay avances, volveremos a la incertidumbre», señalaron voces disidentes.
Wainman reconoció el escepticismo pero defendió el logro: «Era esto o nada. Hoy damos certidumbre a los trabajadores y tiempo para prepararnos». Además, confirmó que los días de paro serán remunerados, cerrando un capítulo de protestas que movilizaron a toda la comunidad fueguina.
En medio de las celebraciones, persiste una pregunta incómoda: ¿qué pasará después de diciembre? La respuesta dependerá de la capacidad de los actores para convencer al Gobierno de modificar su política arancelaria o, en su defecto, de encontrar fórmulas innovadoras que mantengan viable la industria.
Mientras tanto, el mensaje de Vainman fue claro: «El verdadero trabajo empieza ahora. No hay margen para errores». La cohesión social que evitó una crisis mayor deberá transformarse en una estrategia a largo plazo, con el reloj en cuenta regresiva.