
Alerta por el "derrumbe de la memoria" en el Museo Sitio de la ESMA bajo el gobierno de Milei
La Universidad Nacional de La Plata denuncia el desmantelamiento del emblemático espacio, ahora degradado a una "unidad organizativa". Organismos académicos y de derechos humanos exigen acciones.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) lanzó una advertencia contundente sobre lo que definió como un "derrumbe de la memoria" en el Museo Sitio de Memoria ESMA, ubicado en el predio que funcionó como centro clandestino de detención durante la última dictadura militar. El espacio, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2023, enfrenta un proceso de deterioro institucional que ha generado alarma en la comunidad académica y en organizaciones defensoras de los derechos humanos.
El Observatorio "Memoria y Justicia", perteneciente a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP, manifestó su "profunda preocupación" ante lo que calificó como una "degradación sistemática" impulsada por el gobierno nacional. En un comunicado, el organismo subrayó la necesidad imperiosa de preservar tanto el lugar como sus archivos históricos, que resguardan testimonios clave sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas entre 1976 y 1983.
"Como parte de la comunidad académica, consideramos que la protección del Sitio de Memoria ESMA debe ajustarse a los compromisos internacionales asumidos por el Estado argentino", señaló el Observatorio. La advertencia llega en un momento de creciente tensión, marcado por la decisión del gobierno de Javier Milei de reestructurar el museo y el Archivo Nacional de la Memoria, reduciendo su estatus a meras "unidades organizativas" bajo la órbita del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH).
Una fecha simbólica para un golpe a la memoria
El decreto oficial se conoció el jueves 22 de mayo, el mismo día en que el museo cumplía diez años de su creación bajo la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. La coincidencia temporal no pasó desapercibida: para muchos, fue interpretada como un gesto deliberado de menosprecio hacia las políticas de memoria.
La medida se enmarca en una serie de recortes implementados por la administración de Milei, que incluyeron la degradación de la Secretaría de Derechos Humanos a subsecretaría, junto con una reducción del 40% en su estructura y un recorte del 30% de su personal.
Reacciones y repudio
Los organismos de derechos humanos no tardaron en expresar su indignación. En un comunicado conjunto, calificaron la decisión como "un nuevo y grosero avance" contra las políticas públicas de memoria. "Con excusas falsas, buscan borrar el recuerdo colectivo del genocidio y avanzar en el vaciamiento de instituciones clave", denunciaron.
Además, señalaron que la medida forma parte de una estrategia más amplia para desarticular las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, que durante décadas fueron consideradas pilares de la democracia argentina. La designación de Ana Belén Mármora, una figura cuestionada por su postura antiderechos, al frente del CIPDH, ha profundizado los temores sobre el futuro del museo y sus archivos.
Un legado en riesgo
El Museo Sitio de Memoria ESMA no solo es un símbolo de la lucha por la justicia, sino también un espacio de relevancia global, reconocido por la UNESCO y protegido como Monumento Histórico Nacional. Su posible desmantelamiento no solo afectaría a la Argentina, sino que enviaría un mensaje preocupante a la comunidad internacional sobre el compromiso del país con los derechos humanos.
Mientras las críticas crecen, la pregunta que flota en el aire es clara: ¿está el gobierno dispuesto a rectificar, o el "derrumbe de la memoria" será otro capítulo oscuro en la historia reciente?