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La morosidad familiar marcó un récord y revela el impacto del ajuste sobre los ingresos

El 6,6% de los créditos a familias está en mora, el nivel más alto en 15 años. La suba de tasas y la pérdida de poder adquisitivo empujan a más hogares al límite financiero.

La morosidad familiar marcó un récord y revela el impacto del ajuste sobre los ingresos

El 6,6% de los créditos a familias está en mora, el nivel más alto en 15 años. La suba de tasas y la pérdida de poder adquisitivo empujan a más hogares al límite financiero.

Un récord que refleja el deterioro del consumo

La morosidad en las familias subió por décimo mes consecutivo en agosto y alcanzó el 6,6% del total de créditos, el nivel más alto en al menos 15 años. La combinación de altas tasas de interés y salarios reales estancados impactó de lleno en la capacidad de pago de los hogares, en un contexto de bajo dinamismo económico y creciente dependencia del financiamiento al consumo.

Si bien el Banco Central aún no actualizó el detalle por tipo de préstamo, los meses previos ya mostraban un incremento sostenido de la irregularidad en los créditos personales y el financiamiento con tarjetas, las dos vías más utilizadas por los asalariados para sostener el gasto corriente.

 

Empresas también en alerta

En el caso del sector empresario, la morosidad trepó al 1,4%, con un alza mensual de 0,2 puntos porcentuales, el registro más elevado desde inicios de 2024. Al sumar familias y firmas, la cartera irregular total se ubicó en 3,7%, medio punto por encima del mes anterior, reflejando un deterioro generalizado en la salud financiera del crédito.

 

Tasas por las nubes, salarios sin reacción

Durante agosto, la tasa nominal anual (TNA) de los préstamos personales promedió 74%, un valor muy superior a la inflación esperada a 12 meses. En septiembre y lo que va de octubre, la tendencia se acentuó: las tasas superaron el 80%, con picos diarios de 87%, evidenciando la presión del sistema financiero y la falta de liquidez.

La situación se agravó con la suba de las tasas de corto plazo (cauciones y repos), impulsadas por la búsqueda de cobertura en dólares y la incertidumbre electoral. Aunque la intervención del BCRA y el Tesoro logró contener los retornos, el escenario no anticipa una reducción significativa del costo del endeudamiento.

Ingresos que no alcanzan

En paralelo, los salarios reales continúan rezagados. Si bien los últimos datos del SIPA registraron en julio la tercera mejora consecutiva en los ingresos del sector privado registrado, los niveles siguen por debajo del último pico de febrero, que ya era bajo en términos históricos.

El economista Federico Pastrana, de la consultora C-P, advirtió además que “eliminar la negociación colectiva atentaría especialmente contra los salarios bajos y medios”, al tiempo que los sueldos más altos “vienen recuperándose por fuera de las paritarias, distorsionando el promedio publicado por el SIPA”.

En ese contexto, la mejora aparente de los ingresos no se traduce en mayor capacidad de pago, y el endeudamiento familiar sigue marcando el pulso del ajuste.

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