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Preocupación en la industria textil fueguina: libre importación y desvinculaciones afectan al sector

Diego Abregú, secretario adjunto de la Asociación Obrera Textil, alertó sobre el impacto de las políticas nacionales en Tierra del Fuego. Con despidos, suspensiones y la amenaza de la apertura importa

Preocupación en la industria textil fueguina: libre importación y desvinculaciones afectan al sector

Diego Abregú, secretario adjunto de la Asociación Obrera Textil, alertó sobre el impacto de las políticas nacionales en Tierra del Fuego. Con despidos, suspensiones y la amenaza de la apertura importa

Diego Abregú, secretario adjunto de la Asociación Obrera Textil, alertó sobre el impacto de las políticas nacionales en Tierra del Fuego. Con despidos, suspensiones y la amenaza de la apertura importadora, el panorama se complica para los trabajadores locales.

 

En medio de un escenario nacional marcado por la apertura de importaciones y ajustes económicos, la industria textil de Tierra del Fuego enfrenta uno de sus momentos más críticos. Diego Abregú, secretario adjunto de la Asociación Obrera Textil (AOT), en diàlogo con FM La Isla y detalló los desafíos que atraviesan los trabajadores del sector, desde desvinculaciones masivas hasta la falta de competitividad frente a productos extranjeros.


Abregú destacó que, si bien el gobernador de la provincia y la secretaria de Industria, Sonia Fernández, han mantenido reclamos ante el Consejo Federal de Inversiones (CFI) por la coparticipación y el apoyo al sector, las medidas del gobierno nacional golpean directamente a las fábricas locales. «Lo que más perjudica ahora es la libre importación. Es imposible competir», afirmó el dirigente, subrayando cómo la decisión de reducir aranceles para productos textiles importados ahoga a las empresas fueguinas.


La situación laboral es alarmante: de los cerca de 650 trabajadores que integraban la AOT en 2023, hoy solo quedan entre 250 y 300. Empresas como Australtex, Cordonset, Fabrisur e Hilandería —las únicas que aún producen en la provincia— han realizado desvinculaciones en los últimos meses. «En Hilandería quedan unos 30 compañeros; en Corronset, 18; y en Fabrisur, la situación es similar», explicó Abregú.

Uno de los casos más preocupantes es el de Australtex, la fábrica más grande del rubro, que emplea a entre 150 y 200 obreros. «Si llegara a cerrar, sería un golpe durísimo», admitió el secretario, recordando que la firma ya había despedido a decenas de trabajadores en los últimos años.


Al menos 50 ex empleados de distintas empresas textiles se encuentran en juicio por el incumplimiento de pagos de indemnizaciones completas. «Las audiencias se postergan una y otra vez, y los compañeros no reciben lo que les corresponde», denunció Abregú. Además, mencionó un reclamo activo por un «premio a la producción» que fue eliminado del salario básico en Hilandería, sumado a despidos con indemnizaciones reducidas.

Falta de apoyo político
El dirigente no ocultó su malestar con los representantes fueguinos en el Congreso, especialmente los diputados Paula y Ramonio, quienes votaron a favor de medidas impulsadas por el gobierno nacional que perjudican a los jubilados y a los sectores productivos. «No tienen sensibilidad ni reconocen el esfuerzo de los trabajadores que pasaron crisis históricas», criticó.

 


La industria textil fueguina, otrora un pilar económico, lucha por no desaparecer en un contexto de desregulación y falta de apoyo. Los trabajadores exigen respuestas urgentes antes de que sea demasiado tarde.

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