
Castiglione alerta: 10.190 puestos de trabajo menos en la provincia
Entre noviembre de 2023 y junio de 2025, Tierra del Fuego perdió más de 10 mil empleos formales, un retroceso que la ministra calificó como “más que preocupante”.
La ministra de Trabajo de Tierra del Fuego, Sonia Castiglione, analizó en diálogo con Guillermo Lacaze por FM La Isla los datos del último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y advirtió que la situación del empleo en la provincia es crítica. Según el relevamiento, entre noviembre de 2023 y junio de 2025 se perdieron 10.190 puestos de trabajo registrados, lo que significa que la provincia pasó de 79.760 empleos a 69.570 en apenas dieciocho meses. “En un lugar como el nuestro, en una economía como la nuestra, en ciudades-estado como las nuestras, 10.000 puestos de trabajo menos es una enormidad”, remarcó la funcionaria.
Castiglione explicó que la caída comenzó a notarse con fuerza a mediados de 2024, en un contexto marcado por la paralización de la obra pública, la falta de homologación de paritarias y la contracción del consumo. A estos factores se sumaron suspensiones y desvinculaciones en las industrias textil y electrónica, así como una temporada turística por debajo de las expectativas debido a la escasez de nieve. “No hemos tenido un invierno muy bueno, con poca nieve, y eso repercutió directamente en el empleo”, señaló.
La ministra recordó también que el acuerdo de no despidos firmado entre la UOM y AFARTE hasta diciembre de 2025 fue roto. “La UOM acusa a AFARTE de haber despedido gente en FAPESA, y AFARTE denuncia que la UOM rompió el acuerdo yendo a un paro general. Esto repercute directamente en el empleo”, explicó.
El panorama, advirtió, no se limita a estadísticas, sino que tiene consecuencias sociales graves. “Lo que nos dicen los gremios es que ni uno solo de los despedidos consiguió trabajo. No solamente en otra industria, sino en ningún lado. Estamos acumulando situaciones que van a terminar generando una situación social muy peligrosa”, alertó.
Castiglione señaló que las pequeñas y medianas empresas también enfrentan un cuadro delicado. “El informe del CEPA sobre las PYMEs es peor que el del trabajo. Están complicadísimas con el acceso al crédito, con el aumento de las tasas. Hoy no hay ningún mensaje del gobierno nacional hacia dónde vamos”, criticó.
En este sentido, fue muy dura con la política económica nacional. “En nombre de la libre competencia de mercado y la libertad del consumidor, están haciendo pelota a la industria nacional. Ese enunciado sirve para grandes ciudades, no para economías chicas como las nuestras”, sostuvo, al tiempo que ejemplificó con las peras chinas que desplazan la producción del valle de Río Negro, la yerba paraguaya que reemplaza a la misionera y la carne vacuna importada desde Brasil.
Consultada sobre las alternativas de desarrollo, la ministra resaltó que la provincia debe diversificar su matriz económica. Mencionó como ejes estratégicos los hidrocarburos, con la optimización de áreas maduras; la pesca y la acuicultura, con potencial en mejillones, erizos y vieiras; el turismo, aunque vulnerable a factores externos; la minería de turba, con mayor valor agregado local; y la producción de alimentos y energía. “Somos una economía absolutamente vulnerable a cualquier vaivén. Por eso es tan importante desarrollar actividades genuinas de la economía regional”, indicó.
Por último, Castiglione subrayó que el fenómeno que atraviesa Tierra del Fuego no es aislado, sino que se repite en todo el país. “Esto pasa en todo el país. La situación es que el que pierde el trabajo hoy no lo consigue, no retoma ese puesto laboral. Cuando te despiden de a 100 o de a 200 es porque el mercado laboral está paralizado”, señaló, y comparó la crisis fueguina con la de Córdoba, donde más de 3.500 trabajadores de la industria automotriz quedaron desvinculados desde 2024.
En un tono de advertencia, la ministra concluyó que la combinación de despidos masivos, paralización de la obra pública, contracción del consumo y falta de crédito amenaza con agravar un escenario laboral que ya se percibe como alarmante.