
“Nos refugiamos del viento... y de las piñas”, la crónica de Emiliano Quezada
Durante la visita de Javier Milei a Ushuaia, el periodista Emiliano Quezada transmitió en vivo el caos, la tensión política y los enfrentamientos en plena calle.
Ushuaia – Tierra del Fuego. La primera parada de la gira de campaña del presidente Javier Milei por el país dejó más que declaraciones políticas. En la tarde del 29 de septiembre, la ciudad de Ushuaia fue escenario de insultos, tensión y enfrentamientos físicos entre simpatizantes de La Libertad Avanza y sectores gremiales y políticos opositores.
El periodista Emiliano Quezada, de FM Origen, relató los hechos en tiempo real para el programa "El Primero de la Fila", emitido por FM La Isla, con Guillermo Lacaze en la conducción desde el estudio.
"Nos refugiamos del viento… y de las piñas", dijo Quezada, en una frase que sintetiza el tono tragicómico de una tarde que se volvió violenta, justo frente a la Casa de Gobierno. Reportaba en vivo desde la esquina de San Martín y Lasserre, cuando comenzaron los disturbios entre militantes oficialistas y grupos opositores, muchos vinculados a gremios y espacios del peronismo local.
"Podemos decir que la jornada, a pesar de algunos gritos y acusaciones, parecía terminar en paz. Pero, mirá, te lo estoy diciendo, y en este momento vuelve a caldearse porque se hacen gestos más propios de cancha que del centro de la ciudad", narró Quezada al aire.
Minutos después, se escucharon gritos en vivo: “Ahí empezaron las piñas”. La transmisión se cortó abruptamente, y desde el estudio, Lacaze bromeó: "O se le rompió el teléfono o se escondió demasiado bien". La tensión fue tal que el móvil quedó momentáneamente fuera del aire, hasta que el periodista logró reconectarse.
"Quedamos en el medio de una batahola que pudo terminar de la manera más trágica. Gente en el piso, gente siendo golpeada. Era uno de un sector y otro del otro", relató Quezada con evidente preocupación. En su descripción, habló de “una situación caldeada, pero sin liderazgo claro”, donde gremios y militantes de La Libertad Avanza convivieron en un clima de hostilidad frente al paso del presidente por la ciudad.
Entre los grupos opositores, identificó a dirigentes gremiales y espacios políticos ligados al justicialismo, aunque muchos optaron por no mostrar banderas partidarias. También mencionó la presencia de Moncho Calderón, intentando contener a “la tropa”. “Confluyen muchos sectores que tienen un enemigo común: Javier Milei”, sostuvo.
La policía debió intervenir. Quezada describió que la situación se volvió caótica en la esquina de Lasserre y San Martín, con cuerpos en el piso y forcejeos en plena vía pública. Desde el estudio, Guillermo Lacaze aportó con ironía: “La calle Lasserre está bastante empinada… te caés en San Martín y llegás al agua”. Aunque el momento tenía tintes absurdos, la violencia fue real.
Lacaze también sumó una reflexión sobre el contexto político y el peso simbólico del cargo presidencial: “Es difícil repetir aquel escenario de hace tres años, cuando Milei vino como candidato a diputado. Hoy toma decisiones, y esas decisiones movilizan”. Señaló que la provincia de Tierra del Fuego no está acostumbrada a este tipo de operativos, recordando visitas presidenciales anteriores más tranquilas, como la de Alberto Fernández.
Entre los sectores más movilizados se encontraron trabajadores estatales y metalúrgicos, especialmente de la ciudad de Río Grande. Quezada destacó el impacto de los recortes del Gobierno sobre estos sectores, “El grueso del filo de esas motosierras se lo llevaron ellos”, comentó.
Desde el estudio, Lacaze comentó con tono crítico la contradicción de la visita del presidente a la planta de Newsan, donde se lo vio sonriente junto a los operarios: “Lo más probable es que esos operarios sepan íntimamente que nunca más van a estar cerca de un presidente. Pero también da la impresión de que te estás sacando una foto con el verdugo”, lanzó.
Respecto a la agenda presidencial, solo trascendieron tres actividades: el aterrizaje en el aeropuerto, la visita a Newsan y una reunión privada con Rubén Chernajovsky, en el Hotel Albatros, alojamiento elegido por su seguridad y vías de escape.
Desde el estudio, Lacaze cerró el repaso con un dato preciso: “Ya a las 18:20, Javier Milei estaba volando sobre el continente”.
La frase que marcó el cierre de la cobertura fue tan gráfica como contundente:
"Mientras el presidente volaba, la gente se cagaba a palos en su nombre", dijo Quezada, dejando una imagen tan simbólica como preocupante sobre el clima social que envuelve a la política argentina en plena campaña.
Desde el estudio, Guillermo Lacaze agradeció la crónica y cerró el móvil con una frase certera: "Esto deja mucha tela para cortar". Y vaya si la dejó.