
Elon Musk abandona el Gobierno de Trump y critica el plan fiscal republicano
El magnate sudafricano anunció su salida del cargo como asesor gubernamental, expresando su descontento con el proyecto de gastos que, según él, perjudica los esfuerzos por reducir el déficit.
Elon Musk, el reconocido empresario detrás de compañías como Tesla y SpaceX, confirmó este miércoles su retiro de la Administración Trump luego de manifestar su frustración con el ambicioso plan fiscal impulsado por el mandatario republicano. A través de un mensaje publicado en su cuenta de X, el multimillonario aseguró que el proyecto de ley, recientemente aprobado por la Cámara de Representantes, "socava" los avances logrados en materia de eficiencia gubernamental.
"Ahora que mi período como empleado especial llega a su fin, deseo agradecer al presidente Trump por la oportunidad de combatir el gasto innecesario", expresó Musk en su comunicado. Sin embargo, dejó en claro su desacuerdo con la iniciativa republicana, a la que calificó de contradictoria con los objetivos del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un organismo que él mismo ayudó a impulsar.
Desilusión y críticas al proyecto económico
En una entrevista concedida al programa CBS Sunday Morning, el fundador de SpaceX no ocultó su decepción. "Francamente, me desilusionó ver este enorme paquete de gastos, que incrementa el déficit en lugar de reducirlo", afirmó durante la conversación, grabada en medio del último ensayo de lanzamiento de un cohete de su empresa aeroespacial.
Musk cuestionó duramente la propuesta bautizada por Trump como Gran y Hermoso Proyecto de Ley, señalando que las drásticas reducciones impositivas no se compensan con los recortes a programas sociales. "Un plan puede ser grande o puede ser hermoso, pero dudo que logre ser ambas cosas", sostuvo. Analistas independientes coinciden en que, de aprobarse en el Senado, la medida podría elevar la deuda nacional en más de tres billones de dólares en los próximos diez años.
El fin de una gestión marcada por obstáculos
El empresario había asumido en 2023 como empleado gubernamental especial, una figura legal que permite la contratación temporal de expertos para misiones específicas. Desde entonces, lideró el DOGE con el propósito de recortar la burocracia y optimizar el presupuesto federal, aunque sus metas iniciales —como ahorrar dos billones de dólares— se vieron drásticamente reducidas debido a la oposición interna y desafíos legales.
Uno de los episodios más controvertidos de su gestión fue el intento de eliminar el Departamento de Educación, una medida que generó rechazo tanto en sectores políticos como en la sociedad civil. "Sabía que sería difícil, pero la batalla por cambiar las cosas en Washington es más ardua de lo esperado", admitió en su momento.
Enfoque en sus empresas y futuro del DOGE
En sus últimas declaraciones, Musk aseguró que dedicará su tiempo exclusivamente a sus emprendimientos, entre ellos la red social X, la startup de inteligencia artificial xAI y la automotriz Tesla. "Necesito estar completamente concentrado en estos proyectos", explicó, añadiendo que pasa sus días entre oficinas y plantas de producción.
Pese a su partida, el magnate confía en que el legado del DOGE perdurará. "Su misión se consolidará con el tiempo, transformándose en una filosofía adoptada por todo el Gobierno", afirmó. El organismo, creado por decreto, continuará operando hasta el 4 de julio de 2026, fecha en que Estados Unidos celebrará su 250° aniversario como nación independiente.
Con su salida, Musk se suma a una lista de figuras tecnológicas que, tras colaborar con la administración pública, optaron por retirarse ante diferencias políticas o estratégicas. Su próximo movimiento, ahora en el ámbito privado, será seguido de cerca por inversores y rivales por igual.