
Pakapaka bajo la lupa: un cambio de rumbo con Dragon Ball y polémicas ideológicas
El canal infantil estrena una nueva programación con animé clásico y series extranjeras, mientras Zamba queda en espera de "arreglos" que generan suspicacias.
El gobierno libertario decidió tomarse su tiempo antes de presentar la renovada propuesta de Pakapaka, el canal público dirigido al público infantil. Tras un año y medio de gestión, el anuncio oficial llegó a través de las redes sociales, prometiendo una grilla renovada que, según sus palabras, prioriza "valores" por encima de cualquier inclinación política. Sin embargo, la elección de los nuevos contenidos no pasó desapercibida y despertó debates sobre el rumbo que está tomando la señal.
Entre las novedades más llamativas se destaca la incorporación de Dragon Ball, el clásico animé japonés de los años noventa, junto a otras producciones como Tuttle Twins, una serie estadounidense que, aunque no ha sido traducida al español, lleva consigo una carga ideológica difícil de ignorar. Según su sinopsis, la trama sigue a dos hermanos que, guiados por su abuela, exploran episodios históricos con una marcada perspectiva libertaria y anticomunista.
El anuncio oficial, difundido en la red social X, incluyó un mensaje dirigido a quienes extrañan a Zamba, el icónico personaje que durante años acompañó a los niños en un recorrido por la historia argentina. "Lo estamos arreglando, y muy pronto habrá sorpresas que van a dar que hablar", aseguraron, acompañando el texto con un breve adelanto que muestra al personaje con un diseño modificado. La frase, sin embargo, generó más interrogantes que certezas, especialmente entre quienes ven en esta pausa un intento por silenciar un contenido considerado incómodo por su enfoque en memoria y derechos humanos.
Desde su creación en 2010, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, Pakapaka se consolidó como un espacio pedagógico con producciones locales y relatos históricos dirigidos a las infancias. Sin embargo, la nueva gestión insiste en desvincularlo de lo que considera "adoctrinamiento", optando en su lugar por animaciones de aventuras, ficciones internacionales y una apuesta que, según críticos, privilegia el entretenimiento sin profundidad pedagógica.
Este giro no es aislado: forma parte de una transformación más amplia en los medios públicos bajo la administración de Javier Milei, donde señales como Encuentro y DeporTV también enfrentaron recortes y ajustes en sus contenidos. Lo que alguna vez fue un proyecto con identidad propia y enfoque educativo parece transitar ahora hacia una programación que, para muchos, refleja un vaciamiento de su sentido original.
Mientras Dragon Ball se prepara para aterrizar en la pantalla infantil, la pregunta que queda flotando es qué lugar ocuparán en el futuro las historias locales, la memoria colectiva y aquellos personajes que, como Zamba, buscaron acercar a los más chicos a las raíces de su país. Por ahora, el canal parece haber elegido su camino, pero no sin dejar una estela de controversias.