
Retención 0%: un premio exagerado sin beneficio para los productores
Un informe del CEPA advierte que el beneficio fiscal se agotó en 48 horas y dejó ganancias extraordinarias a un puñado de cerealeras, mientras los productores vuelven a quedar al margen.
El Gobierno nacional anunció el lunes la reducción al 0% de la alícuota de Derechos de Exportación para granos hasta el 31 de octubre, con un cupo de USD 7.000 millones. La medida, que en el caso de la soja significaba un beneficio equivalente a una devaluación del 35%, se agotó en apenas 48 horas, según detalla el informe elaborado por el CEPA.
La condición exigida era liquidar el 90% del contravalor en divisas en un plazo acotado, lo que llevó a las cerealeras a registrar Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) de manera frenética. La razón estuvo en un factor externo: un tweet del secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, quien dejó en claro que Washington trabajaba en conjunto con el Gobierno argentino para poner fin al “feriado fiscal” de las retenciones.
El trasfondo fue el malestar de los farmers norteamericanos, golpeados por la pérdida del mercado chino y temerosos de que Argentina ocupe ese lugar. El presidente de la American Soybean Association (ASA), Caleb Raglan, lo expresó sin rodeos:
“Los precios de la soja en EE.UU. están cayendo, la cosecha está en marcha, y el gobierno de EE.UU. financia a la Argentina mientras ese país baja impuestos a sus exportaciones para vender cargamentos a China”.
Ganadores claros
De acuerdo al CEPA, los registros de DJVE muestran que el 80% de las operaciones correspondió a soja y subproductos, concentradas en un puñado de multinacionales: Cargill, LDC, COFCO, AGD, Bunge y Molinos, que embolsaron en conjunto unos USD 1.313 millones de ahorro en retenciones.
En total, el beneficio fiscal asciende a USD 1.500 millones que dejaron de ingresar al Tesoro. Pero lejos de traducirse en mejores precios para los productores, las ventas corresponden en gran parte a granos que ni siquiera fueron comprados aún en el mercado interno. Cuando baje la espuma, el traslado de los precios volverá a descontar las retenciones y los productores quedarán fuera de juego.
Pan para hoy, hambre para mañana
La jugada permitió a la administración de Javier Milei anticipar divisas para contener el dólar en plena campaña electoral. Pero el efecto es efímero: se trata de un premio extraordinario a las cerealeras, a cambio de un costo fiscal altísimo y sin beneficios reales para el campo.
Queda además la incógnita sobre la aplicación de la Ley Martínez Raymonda (26.351), que obliga a acreditar tenencia previa de los granos exportados bajo esta rebaja transitoria. Los registros del SIO-Granos muestran que tal respaldo es prácticamente imposible, lo que abre la puerta a futuros cuestionamientos y posibles sanciones.
El CEPA concluye que el caso expone, una vez más, el talón de Aquiles del modelo económico: medidas de corto plazo para ganar tiempo en el frente cambiario, a costa de hipotecar recursos públicos y profundizar la dependencia externa.