Tragedia en Río Grande: Incendio Devasta Hogar y Deja una Víctima Fatal

Familia de la Propietaria Desmiente Acusaciones y Pide Ayuda para Reconstruir su Vida

Un violento incendio sacudió la madrugada en Río Grande, dejando a su paso una estela de dolor y pérdidas irreparables. Las llamas, que consumieron por completo una vivienda, no solo redujeron a cenizas los bienes materiales de una familia, sino que también cobraron la vida de Miguel Ángel Maira Clemente, un hombre de 36 años. Mientras las autoridades investigan las causas del siniestro, la familia de la joven propietaria del inmueble enfrenta duras acusaciones por parte de los allegados del fallecido, quienes insinúan que podría tratarse de un hecho criminal.

Silvia Ocampo, madre de la dueña de la casa afectada, relató con angustia los momentos previos al incendio. Según su testimonio, todo comenzó cuando escucharon los gritos desesperados de un joven. Al despertar, percibieron un intenso olor a humo y, al salir, descubrieron que la vivienda de su hija ya estaba envuelta en llamas. "No hubo tiempo de hacer nada, el fuego lo arrasó todo", expresó con voz quebrada.

Lo que siguió fue aún más desgarrador. Entre los escombros, encontraron el cuerpo sin vida de Maira Clemente, quien, según Ocampo, había llegado al lugar horas antes en actitud hostil. "Tuvimos que llamar a la policía porque se comportó de manera agresiva, pero cuando llegaron, solo uno de los involucrados se retiró", explicó. La familia asegura que desconocía que el hombre había permanecido en el lugar.

Las sospechas de la familia del fallecido han agravado el dolor de los afectados. "Nos están señalando por algo que no hicimos. Mi hija ni siquiera estaba en casa cuando ocurrió todo", defendió Ocampo, visiblemente afectada por las imputaciones. Mientras tanto, la Justicia busca esclarecer si el incendio fue accidental o intencional.

Con su hogar reducido a escombros, la familia ahora enfrenta la ardua tarea de reconstruir su vida. Refugiados provisionalmente en la casa de un hijo, hacen un llamado a la solidaridad de la comunidad. "Perdimos todo. Necesitamos materiales, ropa y cualquier ayuda para volver a empezar", pidió Ocampo, quien, pese a la adversidad, mantiene la esperanza de salir adelante.

Mientras las llamas se apagaron, las preguntas y el dolor persisten. La comunidad de Río Grande espera respuestas, pero, sobre todo, se moviliza para tender una mano a quienes lo perdieron todo en una trágica mañana que cambiaría sus vidas para siempre.