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García Cuerva advirtió desde Luján sobre la pobreza, el narcotráfico y la exclusión social

En la misa central de la 51° Peregrinación, el arzobispo de Buenos Aires pronunció un mensaje de fuerte contenido social, habló del sufrimiento de quienes “ya no tienen fuerza para seguir”, y advirtió sobre la pobreza, el narcotráfico y la exclusión social.

García Cuerva advirtió desde Luján sobre la pobreza, el narcotráfico y la exclusión social

En la misa central de la 51° Peregrinación, el arzobispo de Buenos Aires pronunció un mensaje de fuerte contenido social, habló del sufrimiento de quienes “ya no tienen fuerza para seguir”, y advirtió sobre la pobreza, el narcotráfico y la exclusión social.

El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, encabezó la misa central de la 51° Peregrinación a Luján, bajo el lema “Madre, danos amor para caminar con esperanza”. Frente a miles de fieles que llegaron a la basílica a pesar del temporal de lluvia y granizo que afectó a gran parte del país, el prelado brindó una homilía con fuerte contenido social y político.

Hay muchos hermanos en nuestro país que ya no tienen fuerza para seguir, que no encuentran sentido al camino de sus vidas y han detenido su marcha. Les pesa demasiado la pobreza, las consecuencias del narco, las enfermedades, la soledad”, expresó García Cuerva, en una frase que marcó el tono de la celebración.

Sin mencionar al gobierno nacional, el arzobispo habló de “no dejarnos ganar por el desaliento y la tristeza, aun cuando la violencia y la injusticia parezcan imponerse”. En medio del clima electoral y del escándalo que involucra a José Luis Espert por presuntos aportes de campaña vinculados al narcotráfico, sus palabras cobraron especial resonancia.

En otro tramo de su homilía, citó al papa Francisco y al papa León XIII, al señalar que la esperanza “nace del amor y del encuentro”. Y agregó: “No aflojamos y nos comprometemos a no abandonar los sueños de construir un país más justo y fraterno. La Madre de Argentina nos impulsa a continuar unidos, mirando con misericordia a quienes más sufren”.

La misa se desarrolló mientras miles de jóvenes, familias y voluntarios seguían arribando a la ciudad santuario, luego de caminar durante la noche desde el barrio porteño de Liniers, donde se encuentra la parroquia de San Cayetano. La tradicional peregrinación volvió a reunir a creyentes de todo el país en una jornada marcada por la fe, la esperanza y la reflexión social.

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